sábado, 3 de octubre de 2015

En el bucle

"Y mientras las sonrisas se apagaban el tiempo se detenía."

Y así fue mi vida, quieta, sin sonido, creándolo una y otra y otra y otra vez, atrapados en el espacio tiempo, en un mundo creado solo por mi, por mi amor, por mi poción. Me dije que no lo volvería a hacer, pero esos 5 años fueron los mejores, una catarata de cariño y honestidad que abundaba en el, me lleno, me hizo sentir que si existíamos aquí, que podíamos ser felices, que lo podría olvidar todo, por que solo era yo quien podía hacerlo sentir bien, quien lo hacia sonrojar en risas, quien lo miraba con ojos de niña cuando el no lo hacia.

Infortunadamente, yo seguía siendo la misma, él no. Cada 5 años tomaba una gota, para ver tener mas tiempo, incluso tome dos para ver si el tiempo se extendía, pero no, siempre me sentía incompleta sabiendo que solo serian 5 años, 5 años de amor, y luego 3 segundos para que él lo olvidara todo, luego repetía el mismo procedimiento.

Me deslice en mi asiento mientras miraba como la poción bajaba, solo quedaba una gota, luego miré por la ventana, y lo vi, él me vio, y hasta podría jurar que me reconoció, luego vi como sus ojos se abrieron de par en par, y empezó a correr en mi dirección con un gesto de querer atraparme, allí me di cuenta, el si me recordó esta vez, claro esta, tuvieron que pasar 45 años, o 20 segundos diría, para que eso pasara, me sentí tan feliz en ese instante, por fin estaríamos juntos hasta morir. 

Logré escuchar un sonido extraño en la parte delantera del bus, y fue cuando entendí sus palabras, "cuidado".

La explosión me encegueció, pero no solté la poción, mi cuerpo estaba paralizado, no podía moverme, y me sentía fría. Veía el cielo cambiando de colores, y luego lo vi a él, diciéndome lo que siempre repetía: "Tu y yo por lo que queda de nuestras vidas, ¿recuerdas?", quería respondedle, de verdad lo quería, pero mi boca no podía, logré mover mi mano, y la puse en su rostro, sentí como sus lagrimas caían en mi frente, se sentían calientes, vivas. Me besó, y sentí como el mundo empezaba a desaparecer, tomé la poción de mi otra mano, la cual estaba inservible, y mientras la llevaba a mi boca, sonreí. Me di cuenta que mis piernas estaban acalambradas, no las sentía, o mejor dicho, no las tenia. El asiento de adelante tuvo que haber destruido mis huesos, y mis órganos internos hacían un raro movimiento dentro de mi.

Tomé la ultima gota, y aparecí en la nada. Mis piernas estaban allí, y todo mi cuerpo estaba bien, ya no había dolor, entonces empecé a crear el mundo de nuevo, con mis propios pensamientos y recuerdos. Y luego él apareció justo detrás de mi, llorando, prometiéndome hacerme disfrutar mis últimos años.

Justo en el ultimo día, me besó en la frente, y me dijo: "Hemos vivido mas de lo posible, pero no hubiese sido vida sin ti.", lloré.

El circulo azul apareció justo debajo de nosotros dos, desintegrando nuestro cuerpos desde la planta de nuestros pies, hasta nuestro cabello. Logré verlo una vez mas, en el mundo real, mientras tocaba mi mejilla con su mano, fría, sus ojos eran como las esmeraldas, y se abriendo una vez mas para verme en mi final.

Cerré mios ojos y decidí cruzar al otro lado, por que se que podría esperarlo aquí.

jueves, 1 de octubre de 2015

Por mis pecados

Mientras escucha el sonido del ventilador en los pieceros de la cama sentía que tus manos me agarraban, sentía tu calor por dentro de mis manos, mis pies, en los pasillos, en el mismo aire, impregnado de tu hedor, tu infinita pasión por lo raro, emocionante, oscuro, lo olvidado.

Caminé por el frió suelo, sudando a cantaros siguiendo el aroma de las pesadillas de mi pasado, decidí volverme inmune a toda clase de palabras que por los oídos pudiesen entrar, me volví irresistible al peligro, a la muerte,  deje de soñar con la muerte como si estuviese aquí, ella no existía, deje de sentir amor por el mundo, el cual un tiempo se sentía demasiado bien en mi cráneo, mi espina, mi pecho, mis costillas. 

Se sentía como el exterminio de la mentira en búsqueda de la verdad, se extinguían como el fuego apagado por la justicia, por los galones de emociones que salían a chorro de la manguera del cerebro. 

¡Me dije a mi mismo que podría vivir sin ti, sin tu amor, sin tu pereza!
¡Me dije a mi mismo que podría vivir sin tu acento, sin tu ira!
¡Me dije a mi mismo que podría vivir sin tu cabello, sin tu avaricia!
¡Me dije a mi mismo que podría vivir sin tu sonrisa, sin tu gula!
¡Me dije a mi mismo que podría vivir sin tus sueños, sin tu lujuria!
¡Me dije a mi mismo que podría vivir sin tus manos, sin tu soberbia!
¡Me dije a mi mismo que podría vivir sin tu fascinación, sin tu envidia!

Me mentí. 

No puedo vivir sin el pecado de tu propio ser en mi corazón.

No puedo vivir sin una espada de démocles encima de mía cabeza sin saber en que momento caerá, por que es el terror y la adrenalina de tus palabras lo que apresura mi ritmo cardíaco, lo que me tienta a vivir aun mas tiempo, lo que me llama a la resurrección de mi propio cuerpo, lo que hace que mi alma brille y haga estruendos de alegría. 

Eres tu quien mata mis días y las conviertes en noches aterradoras, tal y como el lobo quien acecha, ¡así te acecho yo!, por que quiero que llegue el día en donde sea yo quien te acorrale detrás de la puerta y te maté con mis eternos besos llenos de emoción y calor. 

Eres tu quien bebe mi vino y arroja las perlas a los cerdos, quien se emborracha de mi basto conocimiento y cariño, eres tu quien golpea mi cabeza contra la pared para hacerme recordar cuanto puede llegar este corazón roto a amar a un marginado de la vida.

Quiero ser yo quien destruya lo obscuro de tu alma, quiero ser yo quien acabe con el mal de tu corazón, quiero ser yo tu "JESUCRISTO" quien te absuelva de todos tus pecados, quiero ser el que muera por tu amor, por tu sutileza, y por tu dolor.

Y si muero por mis propios pecados al amarte, que así sea, ese ha sido el precio que he estado dispuesto a pagar.

Conquistando a las ánimas

Divagando entre las ánimas,
Decidí mirarte a los ojos,
Canté susurrando tu nombre,
Y sus alma se sonrojaron.

Meditando entre las ánimas,
Escuché tu melódica risa,
Me enteré de que existías,
Y sus almas se calmaron.

Caminando entre las ánimas,
Logré tocar tu hombro,
Me miraste sin recelo,
Y sus almas sonrieron.

Sentado entre las ánimas,
Tu voz no era una estruendo,
Era un simple desafío,
A lo bueno de este cuento.

Hablando con las ánimas,
Me pediste ser tu amigo,
Para no ser tu enemigo,
Y así poder estar conmigo.

Observando entre las ánimas,
Fue cuando vi tu gran despecho,
Por que algún daño ya estaba hecho,
Y de locura se impregnaron.

Llorando entre las ánimas,
Tu me trajiste al mundo entero,
Tu me dices lo que quiero,
Y no me mientes por mentir.

Viviendo entre las ánimas,
Tu eres el sol de la mañana,
La que calienta mis huesos,
Y te emocionas con la nada.

Molestando a las ánimas,
Tu eres una poderosa,
Sino las mas hermosa,
Y de rubio te tiñes tu aura.

Callando entre las ánimas,
Tu silencio es solo un tema,
Que ilumina mis poemas,
Y no se quiere despegar.

Durmiendo entre las ánimas,
Eres la guardia en plena espera,
Una bruja sin temor ni pena,
Que cumple deseos en los sueños.

Despertando entre las ánimas,
Eres lo primero que veo,
Lo que en mi vida necesito y deseo,
Lo que nunca me hará llorar de tristeza.

Conquistando a las ánimas,
Tu eres una melodía infinita,
Mientras se toca el piano con dulzura,
Pero fría como el hielo seco,
Mientras las conquistas a todas.