sábado, 28 de febrero de 2015

Capitulo 2: Yo, estoy aqui.

“¿Amor?, no, es mas que eso, es un sueño, una pasión, una forma de vida, un conocimiento inmortal acerca de quien soy y lo que puedo o a quien puedo tener, es una fracción de segundos que ocurre al momento en que lo ves, esa imagen, ese poder que emite, ese mensaje oculto lleno de misterio y duda, ¿eso?, no, no puede ser amor, pero la palabra correcta seria, locura.”

Desperte, gracias a la luz del sol que entraba por la ventana entreabierta de la habitación de Cesar quien dormia profundamente sin importar cuanta luz entrara. Puse un pie en el suelo frio, y busque mi sandalia que encontré en la esquina derecha de la cama, la tome y puse mi pie calido en ella, la cama estaba fría, era un misterioso Deja-vu, me di cuenta de esto, pero no lo pensé lo suficiente, lo olvidé en los próximos 5 segundos, mientras veía una mano, totalmente negra como una sombra, volver por debajo de la cama. Subi un par de escaleras pequeñas que le llevaban a la cama de Cesar, y lo mire fijamente, lo mire como al mirar un diamante, con motivación y pasión, quería tenerlo, que fuera solo mio, mi posesión mas preciada, mi bosque misterioso, mi locura.

             ∞∞∞
Aun buscaba al pequeño niño, mientra caminaba por el bosque, estaba oscuro, las tinieblas se encontraban abrazandome, cada paso que daba era como si mi pie se quemara, mire al cielo pero solo pude ver hojas, y un par de criaturas totalmente negras, como las sombras, saltaban de una rama a otra, y se reian, se reian de mi, sabía que estaba perdido, que aun buscaba a un niño, un niño que aun no sabia si era eral o mi imaginación.

Escuche una voz, un grito, seguido por un llanto y un estruendo, algo caia, aun no podía saber que era, el golpe fue sordo. Aquella mañana era solo sufrimiento. Aquella mañana recordé mientras un escalofrio lleno mi cuerpo entero, me estremeci.

“¿Las palabras?, solo son palabras, solo son fragmentos de pequeños recuerdos, que aumentan en nuestro subconciente, de ellas llegaron las emociones y sus descripciones, de allí se origino la expresión, esa expresión, tu expresión, mi expresión,  la existencia, ¿me darias una respuesta?, si, de la existencia, una existencia lejana, que nadie ha visto, un mundo diferente que vive solo en tu mente y aun asi tu desconoces, dame una respuesta, ¿Por qué lo desconoces?, acaso, ¿tienes miedo?...

Acaso, ¿ya no confias en ti?, ¿te perdiste?, dame una respuesta, solo un fragmento de la verdad, solo un esfuerzo por hacerme entender, ¿Qué te ha hecho rendirte?, ¿Por qué no confias en ti?.

Te hicieron caer, tus fantasmas, tus sombras, tus gritos, pesadillas, tormentos, el llanto del corazón o el de la razón, cualquiera pudo haberte matado, pero yo estuve allí.

¿LO RECUERDAS?, dime ¿me recuerdas?, soy tu, eso a lo que le temes convertirte, pero no debes, no debes temer, no hay nada que temer.

Dejame entrar, no debes tener miedo, te acompañare a todas partes, podre ser parte de ti una vez mas, te prometo que no estaras en ese pozo profundo de nuevo, estaras mejor, la oscuridad te podrá proteger, yo estoy aquí para protegerte de ti, soy yo, tu amor, tu dolor, tu pasión, tu todo, hasta tu propia enfermedad, porfavor déjame entrar, pero solo… responde.”
Las palabras aparecían en mis ojos como una maquina de escribir, todo fue tan rápido, temblaba, no podía hablar, pero aun asi, corria, corria ya que quería encontrar lo perdido, y quería huir de la soledad, de lo que podía convertirme, un monstruo.

La voz me maldecia poco a poco, me deje ir a ese lugar, tranquilo donde solo veía la felicidad, pero mi cuerpo aun se movia, esa sencion de saber que estas en otra parte pero tu cuerpo aun se mueve por el mismo, esa sensación era milagrosa y pura, pero sin duda, era prohibida.

            ∞∞∞
Componiendo una pequeña canción en el silencio de la habitacon de al lado, Me sente en el suelo usando el piano largo que se encontraba en ese lugar. Nadie me miraba, nadie me escuchaba, veía como las notas musicales se desprendían mientras tocaba cada tecla con suavidad y firmeza. Me sentía vivo cuando estaba solo.

Cesar entro en la habitación cuidadosamente pero aun asi me di cuenta, aunque quizás el creía que yo no me percatara de su presencia, me encontraba en mi mundo, lleno de espectros que callaban en la obscuridad, mi mayor deseo: “Mi mayor deseo seria morir en l
la realidad”, susurré.

Cesar se arrodillo a mis espaldas y me abrazó suavemente, poniendo sus manos en mi pecho, y tocando mi abdomen, se sentian firmes, yo lloraba por mi soledad, me se sentía solo, solo pero feliz, mi loca mente viajaba por todo el universo.

Toda mi respiración tocaba sus brazos alrededor de mi, se unio a mi con tan solo ese pequeño roce, sus dedos parecían apuñalarme, solo quería sentirlo con mas ganas, cerro mis puños y el se me acerco al oído, sentía su respiración agitada.

-¿Qué eres?. Me susurró.

-Soy nada, una pequeña esperanza que se perdió en el terrible vacio, soy mi locura, soy mi perdición, soy mi terrible vida, soy mi triste y poca realidad que se pierde poco a poco.
Cesar lloraba en mi hombro y me dio un pequeño beso en mi nuca. Me abrazo con mas fuerza y entro en mi piel poco a poco. El escalofrio entraba poco a poco. Oli su cabello, lo senti tierno y hermoso. Sus dedos empezaban a acomodarse entre mi cuerpo, yo estaba seguro, seguro de que había encontrado lo correcto.

Sonrei poco a poco. Estaba helado, pero aun asi sonrei. Los latidos de mi corazón empezaron a acelerarse. Lleve mis manos a las de Cesar y senti su temperatura caliente, senti sus tristezas. Senti el poder que emanaba de ellas. Senti su amor, el amor por lo que de verdad quería. ¿amor por quien?.

-¡No es justo!. Grito Cesar detrás de mi.

-¿A que te refieres?. Dije suavemente con una sonrisa. Ya sabia que pensaba.

-No es justo que te tengas que ir. Dijo con su voz temblorosa y forzada.

-Todos iremos algún dia. ¿tienes motivos para quedarte?

-¿Yo?, si los tengo, tu.

-¡Ja!, las personas no son motivos, porque ellas se iran igual que nosotros, todos al mismo lugar. Me mordi el labio con rabia y arrepentimiento del o que había dicho.

-¿Qué lugar es ese?. Cesar me abrazo mas fuerte.

-No lo se. Dije mirando al techo oscuro y lleno de telarañas.

-Quedate aquí. Suplicó Cesar.

– Tratare de hacerlo, pero no te puedo prometer nada, estoy enfermo, no se si pueda conocer ese lugar algún dia, mis ojos se cegaran. Dije mientras una lagrima brillante bajaba por mi mentón.

-Entonces yo me quedare contigo, asi te cuidare, y yo si te lo prometo.

Me abrazo por una hora esperando al desayuno. El cuadro de la habitación estaba manchado debido a la humedad. Tres cabezas de caballos de asomaban por un lado. Caballos blancos. En un campo verde.

A punto de salir de la habitación agarre su brazo.

-He amado, y he perdido. Dije tratando de ocultar mi tristeza con una sonrisa forzada.

-No te perderé. Me respondio con confianza.

No, el no lo haría.
            ∞∞∞
El Bosque parecía hacerse mas grande a medida que miraba hacia atrás, las voces ya me habían maldecido lo suficiente como para fastidiarme, no era sano tener que soportar toda la sensación de impotencia la respecto, estaba agotado, no veía al pequeño por ningún lado, detrás de mi solo arboles habían y delante escuchaba algo que caia, un sonido parecido al de un golpe en el agua.

-¡Agua!. Dije en voz alta, estaba sediento, pero aun no sabia si podía ser consumible.
Corri con todas mis fuerzas antes de que las sombras tomaran mi audición, necesitaba mis pastillas, lo que fuera que las alejara. Corri hasta que mis pasos fueron silenciados por el pasto, sentía que me seguían, algo o alguien, o yo mismo, pero aun asi segui corriendo, preferiría morir asesinado a morir de sed, o por mi propia fuerza.


“Una habitación, una habitación oscura, llena de recuerdos, una luz, una luz que se desprendia de un mundo paralelo lleno de placer absoluto, alegría, esa alegría, ¿Dónde estas?, lléname de esa alegría, amor mio.”

miércoles, 18 de febrero de 2015

Capítulo 1: Yo vivo aqui.


“Ese cielo azul que solo esconde infortunio, ese espacio vacío entre el alma y el cuerpo, ese momento que se disfruta con un goce extremo, se hace llamar locura, predecesora de la extraña emoción de pasión, y cuando la locura muere, el espíritu se va con ella.”

No sabía dónde me encontraba aquella mañana, con la mirada fija en mi reloj caminaba por el bosque en busca del niño, buscaba, porque quería con tanto anhelo encontrarlo y sacarlo de allí, pero quizás ni yo podría salir de allí, estaba perdido, mire hacia mi derecha y solo vi un pequeño pozo y un conejo mirándome fijamente, como si me tratase de un depredador, luego escuche palabras en mi oído: “Continua”, era un susurro, un canto del viento, siempre lo oía pero esa vez no era un bueno momento para hacerlo. Trate de aclarar mi mente solo para detener ese sonoro cantico, era fastidioso, y trágico a la vez, luego oi ese pequeño pajarito silbando en mi oído, “ese bastardo”, pensé.

Tome el camino de la derecha y vi al niño corriendo a lo lejos, empezé a correr también, mientras más me adentraban al bosque este se volvía mas verde de lo usual. Había flores por todas partes y un tono negrizco en las raíces de los árboles, parecía algo quemado.

Veía como los arboles abrazaban a otros y sonreían, las flores cantaban, pero no podía soportarlo, no quería aceptar el hecho de que mi enfermedad se quería apoderar completamente de mi mente, era inaceptable, un pensamiento totalmente inaceptable.

Al cabo de unos minutos de búsqueda no encontré al niño, quizás lo había perdido, aunque yo también parecía estarlo, debía ser el niño quien tenía que rescatarme en ese momento, mire mi reloj inquietamente eran las 4:55 am, llevaba casi 20 minutos en ese verde bosque que solo me traía inseguridad.
             ∞∞∞

Siempre me asustaron los recuerdos, menos uno, el de mi segunda pareja, lo cual fue muy trágico, la forma en que todo termino. Él se llamaba Cesar, era alto, caucásico, contextura atlética, ojos grises, piel suave y un cabello corto pero liso, había que aceptarlo, era hermoso. Lo conoci exactamente cuándo tenía 19 años, fue el 21 de diciembre del 2009, aun lo recuerdo tan vívidamente.

La casa de mis padres era un poco fría y aburrida, siempre celebré mis cumpleaños y las fiestas en casa de mis amigos, acompañado de mi familia claro está. Este diciembre era especial, mi familia iba a celebrar navidad en casa del mejor amigo de mi padre John, tenían una casa grande con 4 cuartos, John estaba casado con Mónica, desde hace 13 años, y tenían un hijo Cesar, en ese momento Cesar había cumplido sus 19 años hace más de una semana.

Como habían 4 cuartos, se dispusieron a acomodar a mi familia, John y Mónica en la habitación principal, papa y mama en la habitación para invitados, la cual era absurdamente perfecta, mis hermano en una habitación regular con 2 camas, y como Cesar dormía en un camarote, dejaron que durmiera en una de las camas, claro, con el permiso de Cesar, que sin pensarlo dijo que sí.

Esa noche todos se instalaron en sus habitaciones para poder descansar, Cesar y yo empezamos a conversar para conocernos. Lo cual no me importaba.

-Así que te gusta la navidad ¿huh?.  Me pregunto Cesar interesado en saber de mi vida. Asi comenzaba todo.

-Sí, es mi época preferida del año. Dije Sarcásticamente.- Si estuviera en mi casa andaría en calcetines todo el día, y miraría una películas para variar, no una navideña, me aburren.

-Claro que son aburridas, el colmo, mirar una película navideña en navidad, quien fue el que habrá inventado tal cosa. Decía Cesar mientras reía incómodamente. Al parecer trataba de ser comico, lo cual no daba mucho resultado.

-Bueno, hablemos de otra cosa, esto de la navidad me da mucho sueño. Bosteze.

-Bueno, ¿que estas estudiando, o que te gustaria estudiar?

-Estudio artes en la academia nacional de bellas artes, me encanta la pintura, aun más con acuarelas.

-Wow, entonces serás el próximo Leonardo Da Vinci, avísame cuando tus pinturas se publiquen, quiero ser el primero en darte la crítica. Bromeo Cesar, sin gracia pero una pequeña sonrisa se asomaba en mi rostro, la contuve.

-Serás el primero al que le dé la noticia.

-Bueno Cameron, ¿tienes novia?, no es que me importe es solo que… no hay nada de qué hablar.

-Pues, no. No tengo, no me gustan mucho. -¿Qué?, las novias, ¿o...?. se detuvo, y en ese instante yo sabia que lo sabia, asi que solo tuve que completar la idea.

-Seré sincero contigo, no soy de los que le tiran a todo el mundo, ¿vale?, me gustan los chicos y las chicas pero eso de andar de novios, se ponen todas histéricas y no me las aguanto.

–Vale, perdón por preguntar, entonces te gustan los chicos, interesante. Dijo, haciendo muecas con sus manos, volviendo muy obvio y prescindible.

-¿Te parece?, ¿es que acaso a ti también te gustan?

 –Me llaman la atención, aunque aún no puedo decir que me encantan y me pasaría el resto de mi vida con uno. Pero me gustan, y las chicas pues, no sé, no hay nada que me llame la atención de ellas, o aún no.

-Parece que estas muy confundido, hombre, te tienes que conocer mejor a ti mismo, te seré sincero, soy directo, así que decídete.

 – ¡Ja!, viniendo de ti es como que un poco hipócrita ¿no lo crees?

–Tienes razón. No pude contenerme más y se escapó una risita tonta.

Cesar estaba muy aburrido y no tenía nada de sueño, salto de la cama y cayó al suelo con una almohada, Me miró fijamente y dijo:

-Cameron, vamos a jugar, ¿Vale? – ¿Jugar a qué?. Pregunte expectante.

-Juguemos a las preguntas, tú haces una pregunta y yo la contesto, luego yo te hago una y la contestas con la mayor honestidad, no tiene tanta ciencia porfavor. Dijo con voz suplicante.

-Bueno pero solo acepto porque no tengo sueño y tengo ganas de irme a la calle, vale, tu comienzas.

-Comencemos con algo fácil ¿Has tenido sexo?

-¿¡Cesar pero que le ves de fácil a esa pregunta!? . Cesar rio por lo bajo. -Vale, si lo  he hecho, un par de veces. Ni yo me podía creer la gran mentira que le acababa de decir a Cesar, Era era virgen y no es que me avergonzaba de ello, solo quería ver la reacción de Cesar ante esto. Cesar esperaba por mi pregunta, pero no se la puse tan fácil.

-Bueno mi turno, ¿Eres drogadicto?

-No, pero que te pasa, si yo no tengo ni la cara para eso. Dijo enfurecido.

 –No pero es que con esas preguntas que me haces pareces que te hubieras fumado algo fuerte. Eso de que si he tenido sexo no es algo que se le dice a todo el mundo.

-Vale, perdón. Dijo Cesar. -Mi turno ¿Fue con un hombre o con una mujer?. Cesar rio, se tapó la boca para que el ruido no escapara.

-Y vuelve, vale, fue con los dos. Viejo pero usted si es descarado. Cesar no aguantaba la risa así que dejo salir un gran estruendo.

Jugamos toda la noche mientras el sueño se fue adueñando de nosotros, nos hicimos toda clase de preguntas, y nos llegamos a conocer mucho, demasiado quizás, nos volvimos amigos casi al instante, una amistad fugaz, de esas de las que llegan rápido, y se transforman.

Era navidad y celebramos con toda la familia en casa tomando vino y un gran estofado, con muchas ensaladas, y platos raros que ni Cesar ni yo habíamos probado antes, al parecer nuestras madres se habían leído todos los libros que cocina conocidos y por conocer, fue una gran navidad, al parecer mi mejor navidad. Fue tan solo hace 3 días antes de navidad que lo había conocido a él y ya hasta empezaba a sentir algo por él, quizás era momentáneo pero era algo, algo valioso que no se podía perder fácilmente, algo que yo no dejaría perder.


Acordamos quedarnos hasta año nuevo y luego volveríamos a casa, pues tan solo vivíamos a unas millas de allí.

viernes, 13 de febrero de 2015

Decirte

Quisiera solo poder mantener este momento, congelar el tiempo, verme al espejo, sentir que te amo, por que yo si lo hago, verme de nuevo, decir que te quiero, en mi mente, pero muy fuerte, que cada neurona vibre, se estremesca, decirte te amo, tan fuerte, para tu alma vuelva aqui.

Quisiera decirte que te veo, te veo todo los dias, en mi puerta, de pie como si fuese tu primera vez aqui, decirte que te veo, te veo en cada amanecer, en cada atardecer, que te veo, en cada uno de mis recuerdos, decirte que te espero, en el mismo lugar, que te espero, en donde nos conocimos.

Quisiera decirte que te mereces los mejor, que aunque no sea conmigo, te mereces lo mejor, te mereces el universo y cada una de sus palpitantes estrellas, que te mereces, cada uno de los latidos del sol, que hasta el sol se muere por merecerte.

Qusiera decirte que no estare triste, que tratare de no llorar, por que no puedo, no querria hacerlo, que no llorare, ante nadie, solo cuandio pueda volver a verte, decirte que no quedaras en mi memoria, que no me sentire solo, quisiera decirte que no me lamentare, no haberte tocado una vez mas.

Quisiera decirte que no gritare, no dejare que una lagrima se derrame, no llorare, quisiera repetirtelo, no llorare, con coraje, no llorare, que no me rendire, que tu muerte fue un acto en vano, quisiera decirte que te amo, que te amo, que no quisiera que the hubieses ido, quisiera decirte mil y un cosas que pasan por mi mente.

Quisiera decirte que te menti en la parte de no llorar, no pude dejar las lagrimas encerradas, quisiera decirte que ya no aguanto, que no me aguanto, que me siento pesado.

Quisiera decirte que no he comido en dias, que pronto nos veremos.

Quisiera decirte que estoy enfermo, y casi estamos juntos.

Quisiera decirte que me muero, que me muero por verte de nuevo.

Quisiera tener palabras y voz, para decirte que te veo.

Quisiera poder abrazarte de nuevo.

Quisiera decirte que aun estas tan calido como recuerdo.

martes, 10 de febrero de 2015

En Busqueda de la Locura (Prologo)

 “Le hable al viento pero él no me respondió, no escuche respuesta alguna, nada. Le hable al viento pero él no me respondía, el viento no oye, el viento no habla, él no siente. La locura se quería apoderar de mí y yo la dejé entrar.”

Esa madrugada Cameron Greenwood despertó de ese sueño, una realidad alterna que no podía sobrellevar en sí mismo, esa sensación de gritar y destruir todo a su alrededor, pero eso no era un sueño, era una pesadilla, esa oscuridad tan perversa que teñía todo el color a un negro profundo lleno de nada. Froto su frente con su mano mojada, bañada en sudor, esa noche soñó lo mismo que todas las noches:

Cameron corria por el bosque en búsqueda de algo, miles de personas se atravesaban a su alrededor, miles de olores, miles de voces, miles de esencias llenas de pavor y dolor, se agacho, no podía más, puso su cabeza en sus rodillas y dejo que todo se consumiera a su alrededor, que todo se sumiera en la oscuridad total, mientras todo se desvanecía sobre él, miles de gritos resonando en su cabeza como trompetas, agua, un rio, ¿el mar?, no, el sonido era aún más suave, como algo que caía en picada, suavemente y sin temor a morir en el asfalto, el giro la cabeza y vio las miles de personas que se encontraban a su alrededor, le tendían la mano pero él se alejaba de ellas, él les temía, luego todos desaparecieron, dejándolo solo.

Soledad ese era el sentimiento que el experimentaba cada día, ese sentimiento de angustia, ese sentimiento de destrucción que poseía dentro.

Cameron puso uno de sus pies en la sandalia que se encontraba en los pieseros de la cama, busco la otra con la mirada, y una mano salió debajo de su cama poniendo la otra sandalia a su disposición. Ya le parecía normal ver cosas que no pertenecían a la realidad, cosas que no eran de ningún mundo, aunque si el las imaginaba posiblemente pertenecían a su mundo, interior, a su mente, a su universo de infinitas imágenes difusas.

Cuando Cameron tenía 10 años empezaba a experimentar visiones y a oír cosas que no eran normales, duro mucho tiempo creyendo que eran espíritus y/o fantasmas del más allá, que venían a atormentarle la pobre existencia, una existencia tan marchita gracias a sus padres.

Tommy y Marcie Greenwood, padre y madre de Cameron se oponían a las cosas que eran inusuales a su antigua forma de vivir, computadoras, teléfonos celulares súper inteligentes, etc., aunque no solo se oponían a lo material, también al comportamiento humano, enseñaron a sus hijos de cómo se tenía que vivir la vida en tres simples pasos: Estudiar, Trabajar y Enamorarse. Si, enamorarse al final, ya que hacerlo desde el principio podría ser la mayor distracción y luego acabaría con todo lo que pudo haber construido. Un padre machista que al parecer era trabajar su mayor satisfacción y un madre controladora de las emociones de sus hijos, ¡vaya familia!, casualmente pensaba Cameron.

Sus hermanos Kane y Gloria nunca estuvieron de acuerdo en la forma en las que se les enseñaba, ellos eran mellizos, cada uno con 26 años recién cumplidos solamente 2 meses atrás.

En fin, se creía que Cameron poseía este don que al final solo lo atormentaba, pero fue en donde un psicólogo donde se descubrió una terrible verdad que podría cambiar su vida, tenía indicios de esquizofrenia. Todo, las visiones, los sonidos, los sueños, al parecer todo indiciaba que empezaba a construir una pequeña fortaleza en su mente la cual lo estaba llevando a la locura total. Esto, para Cameron no fue absolutamente nada, ya que aun en su etapa joven-adulta no le hacía ningún efecto, no tenía cambio alguno de su personalidad, y era completamente estable, no mientras no dormía, claro está.

Se la paso de psicólogo en psicólogo, contestando preguntas, sometiéndose a experimentos, probando medicinas que al parecer no surtían efecto, alejándolo de la realidad solo para tratar de convencerlo de que tenía un problema, un problema que al parecer él ya podía controlar. Desde ese momento el dejo de temerle a sus visiones, y empezó a creer en sí mismo. Temblaba mucho cuando veía algo que realmente no quería ver pero aun así se mantuvo firme ante el hecho de que todo era una gran mentira, nada de eso existía, él podía distinguir que era real y que era una mentira.

A los 15 años Cameron se rebeldizo como cualquier otro adolescente, él quería una vida normal sin tanto llanto ni locura alguna, pero sus padres no se la daban, ellos querían que él se curara, sus hermanos creían en él y en que él podría con el problema, pero no había nada que ellos pudieran hacer para hacer cambiar de parecer a los padres, cada paso que daban o cada consejo a sus padres parecía infructífero, inservible.

A sus 16 se enamoró de una chica que no era la correcta, le rompió el corazón… un par de veces, una típica relación de adolescentes. A sus 17 se dio cuenta que no solo las chicas le llamaban la atención, también había atracción entre los chicos, y pues los chicos también sentían una atracción por él, un niño joven caucásico, ojos miel, con unas cejas y piel perfecta, eso era Cameron, era como un dios Romano, perfecto.

Tenía muchos amigos en ese entonces, pero todo se alejaban cuando conocían la terrible verdad, era algo tan insoportable para ellos, porque a veces el perdía en control, no con violencia, solo que su mente le jugaba malas pasadas, se enfrentaba todos los días con un muñeco hecho de papel tapando la puerta hacia la escuela que no lo dejaba entrar a menos que le dijera de qué color era, se topaba con cosas muy inusuales, pero él no podía dejarlas pasar como si nada, él tenía miedo a tocarlas, tenía miedo a que todo fuera real, el solo seguía las condiciones de uso de su terrible maldición, la cual podría llamarse claramente así.

Cumplió los 18 años y empezó a imaginar una vida perfecta para él, como sería que haría, en poco tiempo logro alejarse de sus padres y se fue a vivir con sus hermanos. Cameron empezó sus estudios universitarios en una Universidad pública de arte la cual solo aceptaba una clase de estudiantes, algo así como un estudiante especifico. A Cameron le encantaba el arte ya que era la única forma en la que se podía expresar abiertamente, y al parecer en esa universidad solo había gente muy rara, que hasta él se sentía normal. Una de sus compañeras decía poder ver el aura de las personas, su inusual brillo, su color o la ausencia del mismo, otro compartía un don de poder saber que pensaban los otros, lo escalofriante era que la mayoría de las veces acertaba, el dibujaba.

La pintura fue el punto fuerte de Cameron, logro hacer muchas, unas misteriosas otras muy gráficas, pero todas ellas se concentraban en lo que él veía, su enfermedad mental se transformó en su aliada para poder conseguir una A en su examen de fin de semestre.
Encontró amigos verdaderos, ellos tenían poca información acerca de su estado psicológico lo cual no se notaba mucho, él vivía de esa manera y logro no afectarle el hecho de que quizás estaba loco, pero ¿Quién diría que lo estaba?, nadie sabe cuál podría ser la verdadera realidad del mundo, quizás los locos no ven lo que otros, o no escuchan lo que otros, pero eso no quiere decir que eso no forme parte de la realidad.

Aprendió a tocar el piano, a entender sentimientos ocultos en un libro, a leer los rasgos faciales, logro controlar todo lo que era, él era invencible, pero obviamente no era feliz.
Su cama estaba fría a pesar de que la calefacción estaba a 24 grados, siempre subió un poco más la temperatura dependiendo del día, y de la época, era un poco obsesivo, al momento de copiar y pegar en una computadora no podía dejar de presionar los comandos automáticos, era muy gracioso y a él le parecía muy fastidioso.

Ideas surgían siempre en su cabeza, preguntas sin explicaciones, sin respuesta, o respuestas que no podían ser sujetas a una pregunta específica, logró pensar lo que él quería sin que nadie le dijera si lo podía o no hacer. Continuo su tratamiento: pastillas, masajes, pruebas con máquinas que lo dejaban confundido y sin fuerza, pero aun así no se encontraba en esa situación de miedo o temor por lo que su enfermedad pudiera causarle, lo que aún no había pasado, y según él, nunca podría pasar, él estaba controlado, el no tenía miedo alguno de las cosas extrañas ajenas a su realidad.

Cuando cumplió la mayoría de edad empezaba a sentirse normal y su ambiente social se volvió un poco más seguro, nunca tuvo esos pensamientos psicóticos de los que su psicólogo trataba de sacarlo, nunca los tuvo, ¿Quién era el loco ahora?, se preguntaba cada vez que el traía el tema a flote, patético pero ¡que más daba!, no había nada que podía hacer, ese era el trabajo de un psicólogo.

Se levanto de la cama exitosamente moviendo sus brazos en el aire para poder despertar cada musculo profundamente dormido en su cuerpo, era de contextura media, y con unos 1,70 metros que todos podrían confirmar, pero era muy guapo y todos y todas lo miraban, ladeo su cabeza a los lados para aliviar el dolor cuello, bostezo un par de veces y se decidió ir al baño que se encontraba justamente en su cuarto, verifico por si veía alguna cucaracha, le tenía ¡pavor! a las cucarachas, ese miedo tan incomprensible, ya que cuando le preguntaban no lo podía explicar, no le gustaba ni pensar en ello. Tomo su cepillo de dientes azul marino, su color favorito, y lo lleno de crema dental, se cepillo y tomo una ducha inmediatamente, eran las 4 am, no podía dormir más. Cuando salió de la ducha bajo al primer piso para comer algo rápidamente, luego subió esperando no despertar a nadie y entro a su cuarto, tiró la toalla en la cama, y se puso encima una sudadera de color negro con una raya roja a los lados de esta, también uso una camisilla azul marino con líneas blancas, y una chaqueta para el frio, tomo el mp4 de su chaqueta y reprodujo su canción preferida, “Dear True Love” de Sleeping at last, e hizo que todo el álbum se reprodujera automáticamente, luego se calzo unos deportivos blancos con azul y salió del cuarto cerrando su puerta con tal cuidado que su hermano no oyera el chirrido que esta hacia cuando se cerraba completamente. Salió a su terraza y se decidió empezar a trotar, era invierno las calles estaban frías y la nieve empezaba a llenar las calles, pero los senderos de trote aún estaban despejados. Todas las mañanas trotaba unos 3 kilómetros ida y vuelta para poder liberar frustración y todas esas pequeñas adicciones y pensamientos negativos que pudieran estar llenando su mente, el día estaba un poco claro, y el bosque se pintaba a su derecha, era un profundo bosque, sus árboles eran altos y hermosos, el lugar perfecto para meditar, pero el solo trotaba a su lado porque le temía, sus pensamientos se alterarían y podía asustarse rápidamente con lo que podría imaginarse en ese bosque, una ilusión tan cruel que mataba del susto. Pero allí estaba él, un pequeño niño, con una mascara de gato negro o algo parecido, adentrándose en el bosque, gritando: “!Richard, Richard, donde estas!”, parecía su vecino de al frente, estaba muy seguro de que el pequeño Tommy se había podido escapar para buscar a su hermano, pero lo raro es que eran las 4:30 am, era casi imposible que eso pudiera haber pasado, pensó que quizás fue una de sus ilusiones, pero sonaba muy real, el niño gritaba: “!Richard, no me asustes!”, y allí fue cuando recordó a el pequeño Richard su hermano mayor, solo tenían unos 3 años de diferencia y Tommy tenía solo 7 años, y les encantaba jugar a las escondidas.

Cameron miro hacia el bosque y veía como el pequeño enmascarado se adentraba aún más, su mente estaba confundida, ¿Lo seguía o lo dejaría?, lo pensó muchas veces, pero él no era una mala persona, no podía quedarse allí viéndolo perderse en el bosque, él estaba demasiado seguro de que era real, lo presentía, una corazonada.

“Lo salvaría, lo salvaría, aunque fuera una terrible mentira, aún lo salvaria.”

lunes, 9 de febrero de 2015

Deja Vu

Mi mente estaba claramente limpia y feliz.

Mientras llovía, cada gota que se estrellaba al pavimento gritaba una sonrisa.

Luego ya no llovía y tú estabas en la mitad de la acera esperándome, tu miraba me siguió hasta que llegue al primer piso y corrí a tus brazos, ya no estaba feliz, estaba angustiado, ahora mis lágrimas se convertían en la lluvia, no pude mirar tu rostro aun, tu olor a cerezas frescas entraba en mis entrañas, tocaste mi cabello suavemente y tu mano era un charco de los más hermosos colores, pero yo aún estaba triste, solo escuche tu dulce voz decir algo en voz baja y entusiasma:

-Deja de llorar, ya no eres un crio recuerdas?

Tome tu mano pero aun no podía ver tu rostro, tu pecho era regocijante, entre en cada latido de tu corazón y con mis manos logre colocar ese candado entre tu bombeo y el mío, te apreté más fuerte y gemiste:

-Oye, me aplastaras…

Quería aplastarte, quería besarte, quería fusionarme contigo, quería ser uno con tu alma, quería que en realidad estuviésemos juntos.

-Yo aún estoy aquí, recuerdas? - Dijiste suavemente.

No dije nada, solo me lastimaba más, solo quería olerte una vez más.

En esa calle te bese por primera vez, en ese mismo y exacto lugar, de esa misma manera.

Volví caminando a mi habitación y miraba a la ventana, empapado, triste, la lluvia había apretado mientras estaba afuera con mi soledad. Tu recuerdo volvía en cada época de lluvia. Tu aroma me visitaba en cada llovizna, en cada momento, en cada lugar, en cada Deja Vu. Y en cada momento mi felicidad se desvanecía por ti.


Miraba por la venta aun, la soledad era lo único que existía en la mitad de la calle, ese fue mi último recuerdo de ti. Y si, recordaba, te recordaba aun, pero tú, tu nunca volviste aquí.

El dia en que murio el sol.

Triste aquella ave majestuosa, que podia volar pero nunca mirar hacia abajo. Bajo la sombras escondia su pico y no dejaba que viesen su lamento. Sus colores se apagaban. Los gritos nunca se escucharon.

Triste aquella noche, donde aprendieron a hacer el fuego pero nunca a controlarlo. En su luz se incineraban sus recuerdos y nunca trataron de recuperarlos. Sus recuerdos se apagaban. Los susurros nunca se escucharon.

Triste aquella persona, que aprendio a mirarse en un espejo pero nunca a reflexionar. En su reflejo se perdían su propia vida y nunca se pudo evadir la muerte. Su vida se apagaba. Los latidos nunca se esucharon.


Triste el dia que el sol se puso, pero nunca brillo. En su iluminación se perdia de si mismo y nunca pudieron verlo de nuevo. Su luz se apago. Y el resto, solo murió.

Triste el dia en que murio el sol.

sábado, 7 de febrero de 2015

Ayudenme a buscar la locura.

Hola a todos, comenze este blog con el proposito de darles a conocer lo que escribo, poesia, historias cortas, incluso empezare montando mi libro "En busqueda de la locura" capito por capitulo cada semana.
Tambien canto y dibujo, ademas de ser estudiante de idiomas, vivo en Colombia, un pais lleno de creatividad.
No puedo esperar que les guste todo lo que escribo, solo espero que pueda tocar por lo menos una fibra sensible en ustedes.

Oficialmente estoy trabajando en el disenio del blog, y estara listo para el lunes 9 de Febrero.
Desde ese dia, prometo comenzar brindandoles el mejor espectaculo escrito, espero lograr mi prometido.

Con locura, Yulian.