sábado, 28 de febrero de 2015

Capitulo 2: Yo, estoy aqui.

“¿Amor?, no, es mas que eso, es un sueño, una pasión, una forma de vida, un conocimiento inmortal acerca de quien soy y lo que puedo o a quien puedo tener, es una fracción de segundos que ocurre al momento en que lo ves, esa imagen, ese poder que emite, ese mensaje oculto lleno de misterio y duda, ¿eso?, no, no puede ser amor, pero la palabra correcta seria, locura.”

Desperte, gracias a la luz del sol que entraba por la ventana entreabierta de la habitación de Cesar quien dormia profundamente sin importar cuanta luz entrara. Puse un pie en el suelo frio, y busque mi sandalia que encontré en la esquina derecha de la cama, la tome y puse mi pie calido en ella, la cama estaba fría, era un misterioso Deja-vu, me di cuenta de esto, pero no lo pensé lo suficiente, lo olvidé en los próximos 5 segundos, mientras veía una mano, totalmente negra como una sombra, volver por debajo de la cama. Subi un par de escaleras pequeñas que le llevaban a la cama de Cesar, y lo mire fijamente, lo mire como al mirar un diamante, con motivación y pasión, quería tenerlo, que fuera solo mio, mi posesión mas preciada, mi bosque misterioso, mi locura.

             ∞∞∞
Aun buscaba al pequeño niño, mientra caminaba por el bosque, estaba oscuro, las tinieblas se encontraban abrazandome, cada paso que daba era como si mi pie se quemara, mire al cielo pero solo pude ver hojas, y un par de criaturas totalmente negras, como las sombras, saltaban de una rama a otra, y se reian, se reian de mi, sabía que estaba perdido, que aun buscaba a un niño, un niño que aun no sabia si era eral o mi imaginación.

Escuche una voz, un grito, seguido por un llanto y un estruendo, algo caia, aun no podía saber que era, el golpe fue sordo. Aquella mañana era solo sufrimiento. Aquella mañana recordé mientras un escalofrio lleno mi cuerpo entero, me estremeci.

“¿Las palabras?, solo son palabras, solo son fragmentos de pequeños recuerdos, que aumentan en nuestro subconciente, de ellas llegaron las emociones y sus descripciones, de allí se origino la expresión, esa expresión, tu expresión, mi expresión,  la existencia, ¿me darias una respuesta?, si, de la existencia, una existencia lejana, que nadie ha visto, un mundo diferente que vive solo en tu mente y aun asi tu desconoces, dame una respuesta, ¿Por qué lo desconoces?, acaso, ¿tienes miedo?...

Acaso, ¿ya no confias en ti?, ¿te perdiste?, dame una respuesta, solo un fragmento de la verdad, solo un esfuerzo por hacerme entender, ¿Qué te ha hecho rendirte?, ¿Por qué no confias en ti?.

Te hicieron caer, tus fantasmas, tus sombras, tus gritos, pesadillas, tormentos, el llanto del corazón o el de la razón, cualquiera pudo haberte matado, pero yo estuve allí.

¿LO RECUERDAS?, dime ¿me recuerdas?, soy tu, eso a lo que le temes convertirte, pero no debes, no debes temer, no hay nada que temer.

Dejame entrar, no debes tener miedo, te acompañare a todas partes, podre ser parte de ti una vez mas, te prometo que no estaras en ese pozo profundo de nuevo, estaras mejor, la oscuridad te podrá proteger, yo estoy aquí para protegerte de ti, soy yo, tu amor, tu dolor, tu pasión, tu todo, hasta tu propia enfermedad, porfavor déjame entrar, pero solo… responde.”
Las palabras aparecían en mis ojos como una maquina de escribir, todo fue tan rápido, temblaba, no podía hablar, pero aun asi, corria, corria ya que quería encontrar lo perdido, y quería huir de la soledad, de lo que podía convertirme, un monstruo.

La voz me maldecia poco a poco, me deje ir a ese lugar, tranquilo donde solo veía la felicidad, pero mi cuerpo aun se movia, esa sencion de saber que estas en otra parte pero tu cuerpo aun se mueve por el mismo, esa sensación era milagrosa y pura, pero sin duda, era prohibida.

            ∞∞∞
Componiendo una pequeña canción en el silencio de la habitacon de al lado, Me sente en el suelo usando el piano largo que se encontraba en ese lugar. Nadie me miraba, nadie me escuchaba, veía como las notas musicales se desprendían mientras tocaba cada tecla con suavidad y firmeza. Me sentía vivo cuando estaba solo.

Cesar entro en la habitación cuidadosamente pero aun asi me di cuenta, aunque quizás el creía que yo no me percatara de su presencia, me encontraba en mi mundo, lleno de espectros que callaban en la obscuridad, mi mayor deseo: “Mi mayor deseo seria morir en l
la realidad”, susurré.

Cesar se arrodillo a mis espaldas y me abrazó suavemente, poniendo sus manos en mi pecho, y tocando mi abdomen, se sentian firmes, yo lloraba por mi soledad, me se sentía solo, solo pero feliz, mi loca mente viajaba por todo el universo.

Toda mi respiración tocaba sus brazos alrededor de mi, se unio a mi con tan solo ese pequeño roce, sus dedos parecían apuñalarme, solo quería sentirlo con mas ganas, cerro mis puños y el se me acerco al oído, sentía su respiración agitada.

-¿Qué eres?. Me susurró.

-Soy nada, una pequeña esperanza que se perdió en el terrible vacio, soy mi locura, soy mi perdición, soy mi terrible vida, soy mi triste y poca realidad que se pierde poco a poco.
Cesar lloraba en mi hombro y me dio un pequeño beso en mi nuca. Me abrazo con mas fuerza y entro en mi piel poco a poco. El escalofrio entraba poco a poco. Oli su cabello, lo senti tierno y hermoso. Sus dedos empezaban a acomodarse entre mi cuerpo, yo estaba seguro, seguro de que había encontrado lo correcto.

Sonrei poco a poco. Estaba helado, pero aun asi sonrei. Los latidos de mi corazón empezaron a acelerarse. Lleve mis manos a las de Cesar y senti su temperatura caliente, senti sus tristezas. Senti el poder que emanaba de ellas. Senti su amor, el amor por lo que de verdad quería. ¿amor por quien?.

-¡No es justo!. Grito Cesar detrás de mi.

-¿A que te refieres?. Dije suavemente con una sonrisa. Ya sabia que pensaba.

-No es justo que te tengas que ir. Dijo con su voz temblorosa y forzada.

-Todos iremos algún dia. ¿tienes motivos para quedarte?

-¿Yo?, si los tengo, tu.

-¡Ja!, las personas no son motivos, porque ellas se iran igual que nosotros, todos al mismo lugar. Me mordi el labio con rabia y arrepentimiento del o que había dicho.

-¿Qué lugar es ese?. Cesar me abrazo mas fuerte.

-No lo se. Dije mirando al techo oscuro y lleno de telarañas.

-Quedate aquí. Suplicó Cesar.

– Tratare de hacerlo, pero no te puedo prometer nada, estoy enfermo, no se si pueda conocer ese lugar algún dia, mis ojos se cegaran. Dije mientras una lagrima brillante bajaba por mi mentón.

-Entonces yo me quedare contigo, asi te cuidare, y yo si te lo prometo.

Me abrazo por una hora esperando al desayuno. El cuadro de la habitación estaba manchado debido a la humedad. Tres cabezas de caballos de asomaban por un lado. Caballos blancos. En un campo verde.

A punto de salir de la habitación agarre su brazo.

-He amado, y he perdido. Dije tratando de ocultar mi tristeza con una sonrisa forzada.

-No te perderé. Me respondio con confianza.

No, el no lo haría.
            ∞∞∞
El Bosque parecía hacerse mas grande a medida que miraba hacia atrás, las voces ya me habían maldecido lo suficiente como para fastidiarme, no era sano tener que soportar toda la sensación de impotencia la respecto, estaba agotado, no veía al pequeño por ningún lado, detrás de mi solo arboles habían y delante escuchaba algo que caia, un sonido parecido al de un golpe en el agua.

-¡Agua!. Dije en voz alta, estaba sediento, pero aun no sabia si podía ser consumible.
Corri con todas mis fuerzas antes de que las sombras tomaran mi audición, necesitaba mis pastillas, lo que fuera que las alejara. Corri hasta que mis pasos fueron silenciados por el pasto, sentía que me seguían, algo o alguien, o yo mismo, pero aun asi segui corriendo, preferiría morir asesinado a morir de sed, o por mi propia fuerza.


“Una habitación, una habitación oscura, llena de recuerdos, una luz, una luz que se desprendia de un mundo paralelo lleno de placer absoluto, alegría, esa alegría, ¿Dónde estas?, lléname de esa alegría, amor mio.”

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